Qué ver y qué hacer en el pueblo de Parada de Sil

Ubicado en la provincia de Ourense, Parada de Sil, (o Parada do Sil en gallego) es un lugar privilegiado.  Esta población tiene su encanto por encontrarse en uno de los lugares más bonitos de Galicia como lo es la Ribeira Sacra, que comprende las riberas del río Cabe, del río Sil y del Miño.

Este lugar  posee un clima, de tipo oceánico con influencia continental. El mismo es el responsable del alto grado de humedad de la zona. Gracias a una precipitación media anual, de 1.131 mm, se mantiene el caudal de los ríos locales, el verdor de montes y el colorido de las praderas.

 

Lugares destacados en Parada de Sil

Este sitio, fue refugio de monjes y eremitas desde tiempos de los suevos, que optaron por asentarse en las gargantas fluviales del Sil y del Miño. El lugar cuenta con hasta 18 monasterios de la Edad Media.

Iniciar recorridos por cada uno de ellos, es comenzar en el Monasterio de Santa Cristina. Este se encuentra en un paraje junto al río Sil conocido como el Castañar de Merilán. Se calcula el mismo fue construido entre los siglos XII y XIII, pero hay escritos que también lo sitúan en el siglo X.

 

 

El conjunto monástico está integrado por una iglesia románica y varias estancias distribuidas en dos corredores cubiertos en torno al patio claustral. La visita también incluye el conjunto de la capilla y la necrópolis de San Víctor de Barxacova, ubicado en la parroquia de San Lorenzo de Barxacova; los petos de ánimas de Cimadevila, Couto y Teimende, o el crucero y el puente románico de Canceliñas, en la parroquia de Forcas.

 

La gastronomía, un motivo para visitar Parada de Sil

De acuerdo con los especialistas y conocedores del lugar, en Parada de Sil existe un variado patrimonio monumental y etnográfico. Los visitantes, suelen quedar encantados con la diversidad en la oferta gastronómica y por supuesto con los vinos de la Ribeira Sacra.

Los platos que ofrecen en los restaurantes locales tienen mucho que ver con la gastronomía tradicional de la Ribeira Sacra. Las recetas más populares se elaboran con buenas carnes de la ganadería de la zona, y con productos de la huerta y del río, como las truchas o las anguilas. No faltan las carnes de caza, como la de jabalí, corzo, venado o perdiz.

 

 

Como tradición dentro de la cocina gallega, no hay que dejar de lado la oportunidad de probar el pulpo. Para muchos amantes de la gastronomía en Galicia, es en este lugar uno de los mejores sitios donde suelen preparar este popular platillo.

El “pulpo á feira” es una auténtica delicia local. Pero todo no se limita a ello, también suelen ser exquisitos el tradicional cocido, las empanadas y el pan que por estos lares es delicioso. Por supuesto, que cada una de esas comidas, debe ir acompañado por una buena copa de vino.

 

La naturaleza maravillosa de Parada de Sil

Debido a su composición geográfica y su ubicación, Parada de Sil es un lugar que se nutre (y también nutre) de su naturaleza. Por ello la importancia de conservar intacto cada uno de los espacios. Más allá de los magníficos paisajes, y con emblemáticos lugares y coloridos atardeceres. Parada de Sil suele envolver en un maravilloso entorno natural donde el agua suele ser una constante.

 

 

Este ayuntamiento, presume de su Patrimonio Natural. La erosión fluvial del río Sil labró profundos cañones, llegando a alcanzar los 500 metros de profundidad.

Los practicantes del senderismo pueden aprovechar la ruta homologada del Cañón de Sil hasta Santa Cristina. Un recorrido de 18 kilómetros de forma circular que comienza y termina en la plaza del Barquillero. Una magnífica ruta de senderismo en la Ribeira Sacra.

El lugar también conserva parte de su arquitectura antigua, por ello durante las caminatas es posible divisar hornos, hórreos y molinos. Si se llega al monasterio románico de Santa Cristina de ribas de Sil existe la opción de iniciar la travesía practicando senderismo o aprovechar y conocer la ruta a través del famoso catamarán en la ribeira sacara.

Pero más allá de todo, el lugar es un entorno tranquilo con gente amable. Su silencio y tranquilidad permitirán disfrutar de cada uno de sus espacios y por momentos harán olvidar el bullicio de la ciudad.