Monasterio Santo Estevo de Ribas de Sil en Ribeira Sacra

El Monasterio Santo Estevo de Ribas de Sil es tal vez la más representativa de las obras románicas de Galicia. Su imponente presencia convive con los espectaculares paisajes de la Ribeira Sacra que lo rodean de bosques de robles y castaños y da testimonio de la extensa tradición monástica que a través de los siglos ha sido parte fundamental de la historia de esta tierra sagrada.

Este monasterio benedictino Santo Estevo está ubicado en la provincia de Ourense, en Nogueria de Ramuín, a la orilla izquierda del rio Sil. Es uno de los conjuntos arquitectónicos más espectaculares del patrimonio gallego que con el predominio del marrón, del gris y del naranja aporta un particular colorido a la vivencia de quienes eligen visitar sus hermosas instalaciones.

Por ser un sitio cargado de belleza y significado, para nosotros es muy grato ofrecerte este material en el blog de nuestro Hotel Restaurante O Balcón da Ribeira para informarte sobre la dilatada historia de este monasterio e invitarte a hacer un recorrido por sus espacios, y así puedas entender el alcance de la importancia de este y otros monasterios en la vida de quienes habitamos esta tierra en pleno corazón de la Ribeira Sacra, uno de los rincones que ver en Ourense.

Historia del Monasterio Santo Estevo de Ribas de Sil

Según la más antigua tradición, Santo Estevo fue fundado por San Martín Dumiense en el siglo VI, lo cual es coherente con la forma en que se desarrolló la cristianización de Galicia desde el sur y a través de Bética, Braga, Astorga y Lugo. Es desde estas calzadas romanas que llega también el primitivo monacato. Pero la historia de este Monasterio, que no puedes obviar al hacer turismo en la Ribeira Sacra, se comienza a documentar a partir del año 921 con el privilegio de Ordoño II mediante el cual se concede al abad Franquila los espacios ruinosos y abandonados de San Esteban, incluyendo sus pesqueras, sotos y riberas, para que restaurara las ruinas existentes y levantara allí un monasterio que inicialmente se acogió a la Orden de San Fructuoso y desde el siglo X a la Orden de los Benedictinos.

Todo indica que del vínculo que existía entre Franquila y algunas comunidades de ermitaños, emanó la decisión de destinar las instalaciones a la vida monástica en San Esteban. Es así como en los siglos X y XI, cuenta la historia que nueve obispos llegan al monasterio después de renunciar a sus sedes episcopales decidieron enclaustrarse allí al final de sus vidas en búsqueda de un entorno de paz. Sus restos permanecieron en el monasterio y las nueve mitras fueron incorporadas al escudo del monasterio. Alrededor de la figura de los obispos, comienza la asociación de sus anillos guardados en un cofre de plata con hechos milagrosos entre los que se cuenta que concedían la vista a personas ciegas. Aún cuando sólo fueron localizados cuatro de los nueve anillos, la fe comienza a desplegarse por esos parajes y se convierte el monasterio en un sitio de culto donde los peregrinos cultivan la oración desde aquellos tiempos hasta hoy.

Las instalaciones del Monasterio Santo Estevo han sido objeto de varias remodelaciones a través de los años, las cuales le han agregado algunos elementos de arte barroco. En el año 2004, el monasterio fue transformado en Parador turístico nacional y se ha convertido en uno de los sitios de mayor interés para los que visitan la Ribeira Sacra en Galicia buscando profundas vivencias visuales y espirituales.

Instalaciones del Monasterio Santo Estevo

A la llegada al monasterio destaca su fachada de estilo barroco del siglo XVII, con una hermosa puerta adintelada cercada por columnas dóricas y las imágenes de San Benito y San Franquila. También se observa el escudo del monasterio y el escudo de la congregación de Villadolid. En el interior se distinguen tres claustros del Monasterio Santo Estevo:

El claustro de la portería o de los Caballeros

Este claustro que tiene una enorme cristalera en uno de sus laterales, está considerado como una de las muestras más importantes de la arquitectura renacentista en Galicia. Es el más amplio de los tres claustros, tiene tres cuerpos a diferencia de los otros dos claustros que solo tienen dos. Se cuenta que durante el abandono que sufrió el monasterio se derrumbó la red norte que durante los trabajos de restauración dio lugar a ese gran muro de cristal que se observa en ese lateral.

El claustro de los Obispos

Junto con la iglesia, este claustro románico es lo de mayor antigüedad entre lo que se conserva del monasterio. En él estuvieron los restos de los nueve religiosos hasta que posteriormente fueron trasladados a la iglesia.

Claustro de la cocina

Es el más pequeño de los claustros y, al igual que el claustro de los caballeros, fue construido por Diego de la Isla, un renacentista del siglo XVI. Fue construido en los espacios donde estaba la cocina y el comedor del monasterio.

Después de la lectura de este post estamos seguros que anotarás en tu agenda a este monasterio entre qué ver en la Ribeira Sacra. Es una experiencia que no te puedes perder. Hoy convertido en un amplio complejo turístico, te ofrece el embarcadero de Santo Estevo donde puedes abordar un catamarán y recorrer los cañones del Sil y otros atractivos que ocuparán uno de los mejores días de tus vacaciones en estas tierras.

Los diversos monasterios que existen en los espacios de la Ribeira Sacra son particularmente atractivos para los visitantes. También te recomendamos conocer el Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil. Pero, además de visitar los monasterios, esta tierra te ofrece la posibilidad de tener otras muchas vivencias, entre las cuales está visitar las termas romanas en Ourense.

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