Ribeira Sacra en Galicia

Si estás buscando una comarca con parajes esplendorosos en Galicia, entonces debes ir a la Ribeira Sacra. Una tierra marcada por el paso de dos ríos que surcan una cadena de montañas, dibujando uno de los paisajes naturales más asombrosos de España. Sin lugar a dudas, la Ribeira Sacra en Galicia es uno de los destinos turísticos que no nos debemos perder. Descubre a continuación por qué.

Ribeira Sacra en Galicia

Mucha naturaleza y tradición encontrarás al norte de España, en una región de Galicia cargada con frondosos bosques y una colección de arquitectura románica incomparable. La Ribeira Sacra se considera uno de los tesoros mejores guardados de la península ibérica.

Una tierra marcada por los ríos Sil y Miño a través de un cañón que evoca una leyenda de pasión y celos. Pues, cuentan que Júpiter, en un paseo por estas tierras se enamoró perdidamente de este lugar. Al saberlo su esposa Juno, encendida en celos, abrió una zanja profunda en su centro, buscando acabar con su belleza.

Pero ahora, corren ríos navegables de 500 metros de profundidad a través de las zanjas, que, a su vez, tallan grandes montañas que se levantan vistosas, son hoy día uno de los paisajes más concurridos y apreciados por los amantes de la naturaleza.

Magia, Mitos y Leyendas

La Ribeira Sacra en Galicia tiene la particularidad de envolverte con su encanto. Cuando viajas allí, una atmosfera mágica y sosegada te llena el alma. Creo que esto es lo que le ha pasado a los monjes y eremitas que habitaron en el lugar y construyeron todo el patrimonio arquitectónico del que hoy podemos disfrutar.

Y es que este escenario sublime, durante los primeros tiempos del cristianismo, parecía perfecto para estos religiosos que se consagraron para vivir una vida contemplativa. Al principio construyeron sencillos asentamientos. Los que posteriormente se transformaron en monasterios y conventos que terminaron por inspirar el nombre por el que se conoce el territorio desde el siglo XII.

A lo largo y ancho de esta región de Galicia encontrarás conventos, monasterios e iglesias. Entre ellos se destaca el de San Pedro de Rocas. Un templo que se construyó cavando directamente de las rocas y que aún se conserva casi en su totalidad.

Cuando entras al lugar, te da la sensación de estarte adentrando en una cueva primitiva. Menudo trabajo el que han tenido que realizar los monjes. Ha sido hecho tan a la perfección que se conserva a pesar del tiempo. Alrededor del templo descubriréis sepulturas antropomorfas con un barniz mágico. Este se ha formado con el liquen y la lluvia acumulada sobre la piedra tallada.

Capital vistosa y llena de historia

Además, vale la pena explorar la Ribeira Sacra desde la ciudad lucense de Monforte de Lemos. Su origen se remonta a los lemayos, un pueblo celta que otorgó el topónimo de Lemos a esta localidad. Allí encontrarás algunas ruinas de este pueblo. Pero, justo sobre esas ruinas del antiguo asentamiento lemayo se edificó el monasterio San Vicente do Pino.

Alrededor de este monasterio, en la época medieval, prosperó un mercado agrícola y ganadero. La buena noticia es que dicho cenobio sigue en pie, aunque ha sido modificado. El edificio que hoy conocemos se reestructuró en el siglo XVI. El convento también es crucial en las leyendas locales. Una de ellas es sobre el Abad Diego García, cuyo sepulcro tallado en piedra permanece allí.

Cuenta la tradición que existe un pasadizo secreto y subterráneo que comunicaba el monasterio con el palacio de los condes de Lemos. Este pasadizo permanecía abierto para que los poderes eclesiásticos y políticos se mantuvieran comunicados a discreción y sin mezclarse con la plebe.

Lo interesante de esta leyenda es que, el mencionado abad, utilizó este pasadizo para estar íntimamente con la esposa del conde cuando este se ausentaba. El conde, advertido de las acciones lascivas del abad, le invitó a una cena. Al finalizar el agasajo, ordenó que le calaran una corona de hierro al rojo vivo sobre sus sienes.

Este relato tiene muchas versiones, unas más políticas que otras. Pero si te interesa conocer cómo es que los lugareños le dan vida, pregunta sobre la corona de fuego que de seguro te relataran la historia con un pintoresco y peculiar encanto.

El palacio de los Condes de Lemos persiste, pero no hace justicia a su pasado. Este palacio perteneció a la casa de Castro, cantera de diplomáticos y estadistas. Los miembros de esta casa eran acaudalados y fueron generosos mecenas, además impulsaron las artes y las letras.

Este palacio atesoró en su auge multitud de tapices flamencos, junto a lienzos destacados de El Greco, Rafael y Tiziano. Lastimosamente, toda esta fortuna en arte se perdió tras un devastador incendio en el año 1672.

Sin embargo, este legado medieval no se reduce a sus dos centros de poder. En lo que se considera la capital de la Ribeira Sacra todavía perviven las murallas con algunas de sus torres defensivas. Su recinto fortificado aún conserva tres puertas originales: la Alcazaba, la Nova, y la Cadea Vella. Alrededor de la muralla discurre el casco viejo y podrás observar muchas casas blasonadas.

Y esto es solo descripción de una parte de lo que encontrarás en el centro de la Ribeira Sacra en Galicia. En realidad, hay mucho más por ver en esta tierra mágica, pero te lo contaremos en otros post. Mantente atento.